Plano del sendero para subir al Santuario Natural del Cañi... |
La sorpresa que Pamela me tenía reservada, no era otra que, la subida al Monasterio Natural del Cañi.
Estaba situado en una reserva privada, cerca de Pucón en la misma carretera que están casi todas las Termas. Ella cumplía con esta su décima ascensión a la cumbre, y lo hacía de nuevo ya que se había prometido a sí misma, volver a subir, sí con ella subía su padre que tenia 69 años.
Esto sucedía el domingo día 27 de enero, habíamos quedado con Pamela a las ocho de la mañana en la puerta de nuestro Hostel en Pucón, con todo el equipaje preparado y nosotros preparados también para ir ha hacer un trekking de altura, que a mí se me antojaba imposible.
El grupo de los 309... |
Puntualmente se presentaron con dos coches a buscarnos. Llegaron en comitiva, su padre, su tío, un sobrino, una amiga de la familia, ella por supuesto, y allí estábamos nosotros dos, Norberto y Ramón. Cargaron nuestros equipajes en el auto de su padre, y a nosotros lógicamente también, y pusieron dirección hacía el Cañi.
Llegamos a la zona de control, pagamos religiosamente el ticket de entrada y nos registramos para la ascensión. Después con el coche nos dirigimos hacía la zona de aparcamiento y empezar a andar montaña arriba como posesos.
La llegada a la Serrería |
Este trekking se hace para llegar a la cima del Cerro el Cañi, de 1.500 metros de altura, y donde allí se encuentra el Mirador Melidekiñ. Partiendo de la caseta de control en el parquing a 350 metros, el recorrido es de 9.500 metros de ida, y otros tantos de vuelta. El desnivel a superar son mas de 1.100 metros. Salimos en grupo a las 10:24 horas en punto. El esfuerzo es considerable pues la subida no da respiro en ningún momento, hasta llegar a una primera parada que es una antigua serreria de madera, sudamos tinta china.
Interior de lo que era serrería y hoy Refugio |
Hoy la serreria se encuentra adaptada como camping y refugio.
De allí hasta la cima efectuamos diversas paradas para comer, hidratarnos y coger fuerzas. En el recorrido, vas encontrando las referencias que el plano te va dando como auto guía de la ascensión, llegando a la Laguna Tortoras, para posteriormente llegar a otra laguna de nombre Laguna Negra. que se encuentra en el recorrido. En esta laguna pude mojarme los pies, pues los pobres ya no me conocían. El agua a diferencia de otros lagos o lagunas donde me he mojado o bañado, como tenía poca profundidad, el agua parecía un caldo, estaba hasta caliente...
Una Araucaria con muchos años |
Durante el camino pude contemplar una zona de arboles milenarios, llamados Araucarias, y que tienen cierta similitud con nuestros pinos piñoneros. Pues aquí de las Araucarias, las tribus mapuches recolectan los piñones todavía a día de hoy, y los venden, siendo esto uno de sus principales sustentos de vida, según me contó Claudio el tío de Pamela. Desde la Laguna Negra a la cima quedaba una hora, pero sí el inicio era duro, ahora la cosa se complicaba más aun, pues el camino era entre rocas y subiendo. Durante este último tramo, se empiezan a contemplar los volcanes que van asomando en el horizonte. El Volcán Villarrica, (que lo visite el día de ayer), el Volcán Lanin, el Volcán El Mocho y el Volcán Quetupillan son los que se divisan desde estas alturas en la majestuosa Cordillera de los Andes. Fue muy duro, pero conseguí, después de 5 horas llegue a lo mas alto. Pero tenía por delante la bajada, que es todavía más dura que la subida. Mis pobres rotulas de las rodillas lo notan y mucho, menos mal que llevo los palos, y con estos me apaño bastante.
En la cima del Cañi, más arriba imposible... |
Descansamos el tiempo suficiente para comer, beber y hacernos las fotos de rigor. Emprendimos de nuevo en grupo la bajada, que nos duro unas tres horas, teniendo en cuenta que no se acababa nunca de llegar al final, pues eran tantas las ganas de terminar el día bien, que se me hizo muy larga. A las 18:00 horas, el grupo que denominamos del 309, (esta era la suma de la edad de todos los participantes), llegamos al parquing y dimos por acabada la odisea del día.
El grupo 309 en la cima completo |
De allí, en el coche del padre de Pamela, nos dirigimos a su casa en Temuco, donde nos esperaba su madre que nos había dispuesto dos habitaciones separadas para nosotros dos. En Temuco estaremos dos noches, y luego ya nos marcharemos con dirección a Santiago de Chile donde otros amigos conocidos en este viaje, y que coincidimos con ellos en Puerto Natale, celebrando la Nochebuena y la Navidad juntos, nos ofrecieron alojamiento en su casa. Ellas son Laura, la madre. Lola, la hija. Y la hija de Lola, Ali de nueve años.
El lunes lo necesite todo el día para descansar y recuperarme, estaba dolorido de las cejas a los pies, y también aproveche el tiempo para ir avanzando el la confección de este blog. El martes día 29 de enero, por la mañana a las once horas, ya bastante recuperado, nos dimos otra paliza, pero esta vez de autobús. Nos montamos para recorrer los 700 kilómetros que separa Temuco de Santiago, no sin antes, agradecer a Pamela y a sus padres todas las atenciones y simpatía que nos han demostrado e invitándoles a mi casa en un futuro viaje a Barcelona. Si se produce su visita, allí estaré para devolverles todas sus atenciones dispensadas. Y agradecer a Pamela su peculiar risa, que se contagia y nos hizo disfrutar en los momentos difíciles del magnifico Cañi, Yo sufrí lo que no puedo explicar para llegar a tocar el cielo, pero valió la pena. Desde allí lo que pude contemplar fue impresionante. Gracias Pamela por darme esta sorpresa y reto a la vez, que cumplí como un jabato¡¡
En el bus hacía Santiago |
Y después de más de nueve horas de autobús, llegamos a la terminal de buses de Alameda en Santiago de Chile. Cogimos un taxi, con un taxista estúpido que no sabía donde iba, y que intento cobrarnos el taxímetro entero después de que el señor taxista me confesara que no sabía utilizar un navegador, y nos dio más vueltas que un ventilador por la ciudad metropolitana, ya que nuestro alojamiento se encontraba en el Barrio de Puente Alto, como si fuera en Barcelona, ir al Mongat, y se ve que el "señor taxista" no tenía por costumbre desplazarse hasta allí nunca. Discutimos y al final cogió el dinero que le ofrecí, 20.000PCL o lo mismo que 27€, pretendía cobrarnos 30.000PCL o 40,00€, cuando la familia que nos aloja nos había dicho que no pagáramos más de 15.000PCL. No estaba dispuesto a pagar lo que no me correspondía, y más cuando para llegar tuve que ser yo, quien utilizará su GPS que el "señor taxista" tenía escondido porque no sabía hacerlo funcionar.
Total que ya estamos en casa de Laura, Lola y Ali, y aquí empezará otra parte de nuestra aventura.
Os lo contaré en otro momento.
Continuará...