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viernes, 18 de enero de 2019

SUBIENDO DEL SUR, VILLA O'HIGGINS, HACIA EL NORTE, PUERTO GUADAL, CUARTA ETAPA DE LA CARRETERA AUSTRAL CHILENA...

Camino a Puerto Río Bravo
Ya reposados y tranquilos, habiendo entregado la llave de nuestra Cabaña, y habiendo llegado a lo más al sur que se podía por la Carretera Austral, que esta era nuestra meta, nos disponíamos a deshacer el camino que habíamos hecho de bajada para poder de nuevo continuar viaje hacía el norte.

Salimos temprano ya que teníamos que coger el transbordador del Fiordo Mitchell, que nos tenía que llevar nuevamente de Puerto Río Bravo a Puerto Yungay. Este salía a las once de la mañana puntualmente y sabíamos de la dificultad que se añade que en el barco solo caben doce coches.



El Ejercito chileno en la cola para embarcar
Teníamos por delante mas de una hora y media de viaje para llegar a Puerto Río Bravo, y por la Carretera Austral el tráfico no existe, aunque fuimos adelantados por varios camiones del ejercito chileno que hacían la misma ruta que nosotros, y pensamos que si han de cargar a ellos antes por llegar primero que nosotros, más lo que habrían quedado del viaje anterior, nos podíamos quedar para el viaje de la tarde, y esto complicaría y mucho nuestra entrega del coche de alquiler pactada para el viernes.

Llegamos casi una hora antes a la cola embarque, y como presumíamos, habían más coches que los que nos adelantaron y hasta una máquina agrícola en cola, que sumados al ejercito, estaba claro que nos quedábamos.



Vacas y bueyes no faltan en el camino
Pero, pareció que nuestras oraciones fueron oídas, y al momento de embarcar entramos los penúltimos, pues se quedaron para el otro viaje la maquinaría agrícola y los tres camiones del ejercito. Que pasó? La curiosidad me hizo subir al puente donde de nuevo salude al capitán de la nave, y le pregunte: Como es qué se han quedado los camiones y la maquinaría? Respuesta: Aquí siempre tienen preferencia los coches que llevan pasajeros, los vehículos grandes y maquinas tienen que ceder su turno. Esto funciona así¡. Pensé que si esto me hubiera sucedido en mi tierra, veríamos si el ejercito se hubiera quedado esperando cuatro horas hasta las tres de la tarde, y el chófer de la máquina hubiera hecho lo mismo? Bueno la realidad fue que nosotros pasamos el charco y continuamos "del tiro", como dicen aquí, en dirección norte. Íbamos más rápidos que de bajada, no en vano el camino lo habíamos hecho y ya no nos parábamos para hacer fotos, o contemplar los paisajes, aunque tampoco venía de gusto pues para variar, llovía y hacía frío. 




Esto pasa por correr donde no se debe

No se podía correr, la carretera es de tierra, "ripio" para los locales, y así fue que al salir de una curva, nos encontramos de cara con un coche de estos que aquí hay tantos, un Toyota "pikcup" de color rojo que se había salido de la carretera y estaba clavado de morro dentro de un agujero lateral de la carretera. No había nadie dentro, pero parecía que acababa de pasar. Nos paramos por primera vez en el día, vimos, fotografiamos, y nos fuimos. 






Rayito de Sol, nuestro restaurante preferido
De nuevo llegamos a Cochrane para la hora de comer, y de nuevo visitamos nuestro restaurante preferido, el de la Comida al Paso, el Rayito de Sol, donde otra vez la señora propietaria nos deleitó con un menú de la casa estupendo, con su sopa calentita, y un asado de carne para chuparse los dedos. Queríamos comer salmón, aquel que nos enseño la otra vez que estuvimos, aquel salmón gigante con el que me fotografíe, pero ya no quedaba ni la espina nos dijo...

De nuevo en la ruta, dejamos atrás Cochrane, y nos encontramos de nuevo con la confluencia de los ríos Baker y Neff, nos paramos ya que la visión del lugar era diferente a la vez anterior. Tres minutos, cuatro fotos y de nuevo volando hacia Puerto Guadal. Volvimos a ver el Lago Negro, el desagüe del Lago General Carrera, el Lago Bertrand, y nos dimos de frente con el desvío a Puerto Guadal.




El embarcadero de Puerto Guadal
No teníamos alojamiento reservado, y al llegar dimos una vuelta para tomar toma de contacto con la realidad del pueblo, y preguntamos en dos o tres sitios, unos estaban ocupados, otros eran caros, y por aquello de tener suerte, de repente en una calle sin salida, y al final de ella, encontramos la Hostería Huemules, donde una señora amable y simpática nos abrió la puerta y nos pregunto si buscábamos donde dormir, y lógico la respuesta fue SI, y nos dijo, Bienvenidos, serán ustedes nuestros únicos huéspedes hoy, no esperamos a nadie más, estarán solos....  Ante tal ofrecimiento, y regateando el precio, nos quedamos. 



Por esta puerta apareció LarisaViviana



Que suerte tuvimos, pues como estábamos solos, la señora se dedicó a mimarnos. Yo iba un tanto acatarrado, y me preparó un té caliente. A mis compañeros Jose y Norberto, les trajo un plato de cerezas buenísimas, nos preparó unos pastelitos y les sirvió unas cervezas. La señora en cuestión se llamaba Larisa Viviana, y nos contó la historia de que el local donde han instalado la Hostería era de su suegro, y que hacía 15 años que estaba cerrado. Han mantenido la estructura y lo han decorado con pinturas murales hechas por sus hijos que son todos medio artistas, y que hacen que el local tenga su encanto. Las habitaciones las han adaptado a nuestro tiempo, y también decoradas con las paredes pintadas de colores fuertes, pero muy bien combinados, y en los baños, han forrado las paredes con papel de revistas antiguas que han protegido con una pintura transparente plástica. Total que yo les definí que tenían una Hostería con encanto y vintage.  




Nuestro desayuno que nos preparó Rosa 




Al rato apareció otra señora, y nos la presento, como la que manda, y se llama Rosa. Era su hermana, y hablando con ella, resulto decirnos también que el local era de su suegro, y no lo entendíamos. Como puede ser de su suegro, si Larisa también nos dijo que era de su suegro? Pues resulto fácil, dos hermanas, casadas con dos hermanos, por tanto compartían suegro. 

A la mañana siguiente, la señora Rosa nos preparó el desayuno, estupendo desayuno por cierto, y nos despedimos de ella, su hermana tiene por las mañanas otro trabajo, y les deseamos lo mejor, ya que nos habían atendido como reyes. De nuevo cogimos el coche y salimos hacia otro lugar, que es lo contaré en otra ocasión.

Y por hoy hasta aquí, continuará.......