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domingo, 13 de enero de 2019

VIAJANDO DE ARGENTINA A CHILE...

De nuevo vuelvo a publicar un nuevo relato de nuestro interesante viaje. 


Puesta de sol patagonica
Desde el pasado día 3 de enero que tenía abandonada la escritura, pero como anunciaba íbamos a coger un autobús en El Chalten (Argentina) para trasladarnos a otro lugar de la Patagonia, y así fue. Salimos de noche hacia Los Antiguos, pueblo fronterizo con la localidad de Chile Chico, ya en Chile. Fueron más de doce horas de autobús cama que me permitió ver la bella puesta del sol en Argentina, y también la salida del "Lorenzo" a las 05:45 horas aproximadamente. En las fotos hay una buena colección de cielos rojizos de este día. 


Un viajero de "estranquis"
Una vez llegados a Los Antiguos, teníamos billete solo hasta allí, teníamos que contactar a nuestra llegada con otra compañía de buses, también argentina que nos hacia el traslado hasta Chile Chico y se ocupaba de los tramites fronterizos y aduaneros. Justo a nuestra llegada nuestro bus se combinaba con el otro bus, pero la suerte no nos acompaño. No era un bus normal, el traslado lo hacen en un micro-bus, y las plazas son limitadas, y ya estaba lleno cuando llegamos. Por tanto, tuvimos que esperar hasta las 12:00 horas de la mañana para poder efectuar el traslado. Entre Los Antiguos y Chile Chico, hay unos 30 km. de distancia, pero tardamos casi dos horas. Allí sucedió de todo, os cuento. En esta época del año, hay muchísimo turismo de gente joven israelí que se desplazan como nosotros de mochileros, y que según el chófer son gente complicada decía..., pero la realidad es que el señor conductor tenía tela...; en el bus se subió un grupo de chicos israelitas, pero uno de ellos tenia billete para el siguiente viaje, y para no romper el grupo, lo sentó en el suelo, ya que no había asiento libre para él, pero al llegar a la frontera, con la documentación que tienen que entregar en la aduana de las personas que viajan, lógicamente este pasajero de "estranquis" no figuraba en la lista y tuvo que volver de nuevo a la terminal Argentina a dejarlo para el próximo viaje, como de buen principio tenía que ser.  


Nosotros habíamos pasado ya el control de pasaporte. Esperábamos fuera del edificio a que volviera el micro-bus para continuar viaje a Chile Chico, y mientras Norberto y yo departíamos con una amable viajera americana, José fue a refugiarse del fuerte viento que hacía al edificio de la aduana, con lo que en estas que llega el micro-bus, y todos subimos raudos en él; el chófer controlaba que estuviéramos todos e iba contando uno a uno, y salimos rápidamente hacia la frontera de Chile Chico. Fue allí, que al descargar las maletas para pasar con ellas todos los controles de aduana y escaner, sobraban las maletas de José, y José no estaba entre nosotros. Se había quedado refugiado del viento en la frontera argentina. Nadie se dio cuenta que faltaba el pobre José, con lo que de nuevo el chófer, por eso decía que tenía tela el señor, tuvo que volver otra vez a por él. José se había ya montado con otras personas en un coche particular a la caza del micro-bus, con lo que se cruzaron por la carretera, y llegó antes a la frontera de Chile José,  que nuestro micro-bus. Total a día de hoy, todavía nos reímos de este día, y entre Norberto y yo, le hacemos "coña", cada vez que nos subimos en un bus, preguntamos si está José...?



Navegando por el Lago General Carrera 
Después de la perdida del compañero y las risas, llegamos a Chile Chico. Nos dimos un buen atracón de comer en un bar de la plaza, y compramos billetes para barco y bus que nos trasladaría durante dos horas de navegación por el Lago General Carrera, el segundo más grande de Sudamérica, hasta Puerto Ibañez. Allí el micro-bus nos esperaba, esta vez teníamos el billete de bus, pero no teníamos alojamiento. El viaje hasta Coyhanque, fue un espectáculo doble, de una parte los paisajes que íbamos viendo por la carretera, y de otra, el modo de conducir del chófer del micro-bus. Parecía que el señor tenía prisa por llegar, iba a toda castaña, hasta un viajero que iba sentado a su lado en la parte delantera, y que dijo ser chófer de camión, le recrimino su forma de conducir, pero la respuesta, fue de lo más divertida, respondió que el hace los 125 Km cuatro veces al día, y que siempre vuelve a dormir a su casa...

Nuestra residencia en Coyhaique
El mismo chófer fue repartiendo el pasaje por distintos destinos en Coyhaique, y a nosotros nos dejo delante de dos hostels, que nos dijo que la gente viajera usa mucho y no son caros. Y así fue, pudimos comprobar los dos y por una diferencia de 5.000 PCL, 6,50€ decidimos quedarnos en el Hospedaje Coyhaque por tres noches, al precio 15.000 PCL, unos 20,00 € noche y sin desayuno.

Es aquí donde empezamos a ver lo caro que es Chile, comparativamente con lo que pagábamos en Argentina pues todo cuesta casi el doble que en España. Un café con leche vale 3,80 € en cualquier bar, una cerveza, sea de barril o botella,  vale 3.000 PCL, es que igual a 4,00 €,  y la comida no se queda corta, la cobran a buen precio.

Viendo estos precios, nos hemos preguntado, como hacen para vivir los chilenos?


Oficina de información Turística en Coyhaique
El día siguiente era sábado y teníamos muchas cosas que hacer, ir a cambiar moneda, informarnos bien de nuestra continuación de viaje, horarios de buses, etc., etc., y lo más importante, alquilar un coche para los próximos seis días, que eran los marcados para recorrer la Carretera Austral, la carretera número 7, que construyó en su tiempo el Dictador General Pinochet.
Esta era nuestro próximo desafío, recorrer hacia el sur la Patagonia Chilena, que nos habían dicho que era toda una aventura. La Carretera Austral, es lo que en Argentina es la Ruta 40, la Panamericana, pero en la patagonia argentina el paisaje es de una monotonía cansina, pues prácticamente todo es "pampa", una llanura interminable, y como contrapunto importante, la Patagonia chilena, que es un autentico paisaje detrás de otro, llegas a no saber donde mirar después de ver y ver solo belleza natural. La Carretera Austral, desde Coyhaique a Villa O'Higgins es totalmente una carretera de tierra, lo que aquí llaman ripio, y discurre entre ríos, montañas, glaciares, saltos de agua y bosques. La totalidad de la Carretera Austral es de 1.247 Km., y va desde Puerto Montt hasta la localidad de Villa O'Higgins.



Por hoy, basta. No quisiera ser muy pesado, y dejo para otros capítulos nuestras experiencias viajando hacia el sur chileno patagonico. Solo os adelantaré, que lo que hemos visto hasta ahora, supera todo lo que podía conocer en mis viajes por los Alpes suizos o austriacos, a las Dolomitas italianas, y deja en segunda división a Noruega con sus fiordos y lagos. Esto es una maravilla natural, y esta en estado casi salvaje. Veremos cuanto tiempo dura así.

Continuará...