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domingo, 9 de diciembre de 2018

FINALMENTE SALIMOS DE BUENOS AIRES...

Pues si, al final salimos de Buenos Aires y como en mi ultima crónica pronosticaba la salida para el martes día 4, pero finalmente iniciamos el viaje miércoles día 5 de diciembre a última hora de la tarde, y con 11 días de retraso, por múltiples cuestiones de la organización del viaje, y que no correspondía a nosotros solucionarlas. 

Aquí enumero algunas de ellas que han hecho que el viaje saliera con este retraso. Aparte de lo que ya os conté, del pasaporte de la hija Ornela, también faltaba solucionar el final del montaje de la carpa superior donde deberían dormir 3/4 de los pasajeros, faltaba terminar de montar partes exteriores que les quedaron después de haber pintado el vehículo, cambiar los faros que no funcionaban, y que fueron encargados por Silvio comprar a Norberto en EE.UU., ir a buscar los colchones que se iban a utilizar y que no había en su momento, comprar sabanas y almohadas para todos, pasar revisión para la alineación de la dirección del vehículo, así como de los frenos, ir a buscar repuestos varios que según la organización eran de vital importancia por si eran de necesidad en una posible avería en ruta, comprar los dos motores de los limpiaparabrisas e instalarlos, ya que los que la motor home llevaba, no funcionaban. 

También de su interior se efectuaron reparaciones, tales como la puerta del horno, la mesa del salón donde habíamos de comer todos, y construir un estante encima de la nevera para poder aprovechar mejor el hueco que quedaba, sujetar las lamas de los somieres que estaban sueltas. Tuvimos que contribuir a hacer espacios para poder colocar nuestras pertenencias, pues no se había previsto antes de que llegáramos, así como a organizar los sitios donde se tenían que almacenar los víveres para un viaje tan largo,  en fin, una cantidad de cosas que hicieron mella en todos nosotros durante estos días, y que fuimos salvando con una gran dosis de paciencia y humor, ayudando en todo lo que pudimos, y viendo como lo que parecía un viaje montado por unas personas que presumían de una gran experiencia viajera, lo tenían todo en la improvisación y dejadez, y parecía que para ellos el tiempo era igual, se iban haciendo las cosas a su aire, mientras los cinco pasajeros esperábamos pacientemente su decisión de partir. 


Pero como os dije más arriba, el miércoles día 5 salimos de ruta y ya dormimos a unos 30 Km. al sur de Buenos Aires, esto nos reconforto a todos y nos aumento la ilusión que prácticamente todos teníamos por los suelos después de ver como actuaban nuestros anfitriones, que no dudaban ni un momento de recordarnos que este era un viaje compartido, y que lo que no estaba incluido, iba aparte. Iniciamos el viaje, sin intermitentes, con los faros que no funcionan correctamente, y la carpa estaba aun por acabar, teniendo en cuenta que la lavadora que indicaba había, tampoco funcionaba.


Días atrás, al tercer o cuarto día de estar todos juntos, y ante nuestra estupefacción, ya tuvimos un encuentro alucinante, pues escuchamos como la Sra. Carla, con voz alterada, le decía a su marido que nos fuéramos de su casa, y aun no habíamos iniciado el viaje, pero como nosotros demostrábamos nuestro malestar, y entre nosotros hacíamos comentarios al respecto de lo que estábamos viendo,  hizo que montara en cólera contra tres de los viajeros, entre los que me encontraba yo, y que en aquel momento estábamos en el motor home. Se nos dijo que no colaborábamos, y que aquello no era un hotel, y nosotros replicamos con que estábamos allí a la espera de que poder hacer para mejorar la situación. Al final todo quedo como una salida fuera de tono por el estrés, que según de ellos soportaban, pero esto nos abrió los ojos para una próxima vez, y entre el grupo decidimos tomar medidas de precaución.



El día 6 amanecimos temprano y nos pusimos en ruta hacia nuestra primera etapa, se trataba de llegar a Villa Epecuén, un pueblo que durante 20 años quedo sumergida bajo las aguas saladas del lago que lleva su mismo nombre. Se nos explicó, que en cuestión de 36 horas y por algunos fallos en la contención de las aguas, el pueblo quedó sumergido entre 20 y 7 metros de agua, y ya después de más de 33 años, aún siguen partes del mismo bajo las aguas. 







Visitamos a pie el pueblo y pudimos contemplar con nuestros ojos la desgracia, pues las casas algunas tienen las paredes en pie, y otras están totalmente destruidas. Es dantesco contemplar el estado de las mismas, pero a día de hoy, es una visita a efectuar en la zona, y se quiere recuperar alguna parte próxima como una playa, pues parece ser que las aguas saladas son buenas para la salud, y quieren encontrar un medio para dar de nuevo riqueza a esta zona, pues antaño era una zona de descanso termal turística.


Hicimos noche en la playa, y allí montamos nuestra primer asado argentino, con la parrilla que disponía la motor home, así como un fuego en el suelo para calentarnos, pues aunque estamos a final de primavera, por la noche refresca y el calor del fuego nos ayudo a estar más cómodos y poder disfrutar de las variantes de carne que comimos, y que cocinaron conjuntamente padre e hijo.


Se inició el día con un sol radiante y una temperatura ideal, que nada hacía presagiar lo que iba a suceder. Antes de que hubiéramos iniciado a preparar el desayuno comunitario, como cada día hacíamos el grupo de viajeros, apareció Silvio y se nos dirigió a todos, solicitándonos el pago de los 4.500,00 US Dollars que había que abonar al inicio del trayecto.

Antes os dije: "que los pasajeros en grupo habíamos tomado precauciones", después de ver la salida de tono de Carla, estas no eran otras que proponer a la hora de que nos solicitarán el dinero, decirles que visto lo visto, no estábamos seguros de que el viaje fuera realizable con garantías, y que no íbamos a darles los 22.500,00 US Dollars de golpe y les proponíamos hacerle entregas mensuales hasta cubrir la totalidad de lo que esta programado como coste individual para cada uno de nosotros, y así poder ir viendo como se iba desarrollando el viaje, a lo que se nos contesto, que si no pagamos la totalidad se vuelve a Buenos Aires y no hay viaje, ya que la única cosa que se quiere por la parte organizadora es asegurar el viaje, y que no acepta otras condiciones que las que se detallan en la web.

Con nuestra propuesta, de nuevo se creo una situación limite, y por parte de Silvio y Carla, sin argumentos alguno para poder rebatir nuestras razones, solo respondían con afrentas a nosotros, tirándonos en cara cualquier cosa que a ellos les parecía, y hablando, hablando, sin ton ni son. Hasta nos indicaron que el lavabo lo habían limpiado y estaba sucio, y que no colaboramos lo suficiente, y para muestra un botón, en estos días, pudieron degustar cocinadas por mi, las especialidades de las que soy capaz, previa compra de una sartén en condiciones por mi cuenta, como la tortilla de patatas y cebolla, de calabacin y como no, la verdura hervida, patas y judías, con aceite, ajos picados y pimentón, habiéndoles informado de ante mano que yo no sabía cocinar. Las chicas y José por su parte cada día colaboraban en la compra, en el desayuno, y en pelar patatas cuando era necesario, el pobre Norberto era el encargado de fregar los platos a diario. Aparte de pasar la escoba cuando era necesario, o limpiarles la campana de la cocina, que de tanta grasa y mugre que había, se podían hacer macarrones de polvo, pues quizá hacia meses que no la habían limpiado, por no decir años.

No hubo manera de poder encontrar un termino medio, y de nuevo aparecieron los reproches y la mala educación, creando la situación final que nos llevo a iniciar la recogida de nuestras cosas y empezar a hacer las maletas.

Ellos continuaban en sus trece, y no aceptaban negociación alguna, y apareció Patricio, el hijo colaborador y educado que habíamos conocido hasta entonces, saco su genio a relucir, y la mala educación faltando al respeto y no aceptando disculpas de parte nuestra si en alguna cosa habíamos dicho que no le gustara. Intentamos hablar con tono moderado, y tampoco.

Al ver nuestra decisión en abandonar el motor home, entonces cuando ya teníamos las maletas y bolsas preparadas, nos sugirió que le pagáramos todo de nuevo y que lo iba a poner en cinco sobres bajo un control de uno de nosotros, ya que según el no nos fiamos de que se fuera con el dinero, cuando nuestra sugerencia iba relacionada en querer ver si el viaje era realizable o no, viendo la desorganización y improvisación que mostraban. Nos reunimos de nuevo los cinco y nos reafirmamos en nuestra decisión de abandonar el viaje.




Así se lo comunicamos, y le pedimos que nos dejara 200 Km al sur, en Bahía Blanca, que quedaba más cerca que Buenos Aires que estaba a 500 km., y allí había aeropuerto y podíamos irnos a nuestros destinos, a lo que se negó., Nos demostró una vez más su poca empatía y generosidad hacia nosotros, teniendo en cuenta que habíamos adelantado las pagas y señales que nos solicitó. Su único interés era controlar el dinero, lo que nos hace reafirmar que lo único que se pretendía en este viaje, era por parte de ellos, efectuar una operación "renove" del auto caravana con el dinero que les adelantamos, y continuar viviendo a costa nuestras 4 personas de la familia, un año más. 

Nos dejo en la estación de autobuses del primer pueblo, Cahutie, y allá nos apeamos. No quiso devolver ni aquello que se consideraba fuera del viaje, como los teléfonos móviles y un libro electrónico que las chicas le trajeron a demanda suya desde España, y por supuesto se negó a devolver el dinero que se le había entregado. A mi me encargo un regulador/transformador para sus placas solares, que tuve que acarrear y pagar por ello una maleta más en la salida de España y el correspondiente sobre peso en mi viaje a Iguazú, más los 1.800,00 US Dollar que le envíe a su Banco Santander Rio, y que doy por perdidos. A Norberto, le encargo unos faros led de última generación para su casa rodante, que trajo desde EE.UU. Total, que aquello que algunos me dijeron que podía ser un timo, se confirmo y solo me queda decirles que tenían razón.


Estuvimos en la estación de buses, esperando el bus hacía Bahía Blanca, más de 4 horas, comimos y nos relajamos, comentamos todo lo ocurrido, y nos conjuramos a seguir el viaje por nuestra cuenta, dentro de nuestras posibilidades y quien sabe, si ahorrando dinero. 


Compramos los billetes del bus a Bahía Blanca, que quedaba a 236 Km., y nos costaron 12,50 €.


Cinco minutos antes de subirnos al bus, nos vino a ver Silvio y su hijo Patricio, para decirnos que no nos fuéramos y que aceptaba el que le pagáramos por meses como nosotros le habíamos propuesto, pero para nosotros ya era demasiado tarde, consideramos que se había acabado el viaje con ellos, y que se habían roto demasiados puentes para poder recuperar la confianza perdida en ellos, y optamos por irnos y dejarlos aparcados en el mismo lugar que ellos nos dejaron a nosotros.

Con dos buses llegamos a Bahía Blanca, en el trayecto las chicas que valen un imperio, encontraron un hotel donde alojarnos, y aquí estamos recuperándonos de nuestra gran desilusión, y organizando nuestro viaje de nuevo. De pronto continuaremos con bus el próximo lunes hacia el sur, pues queremos pasar la Navidad en la Tierra del Fuego...

Continuará...