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miércoles, 26 de diciembre de 2018

DESDE USHUAIA A PUERTO NATALES....

Una vez pasada la fiesta navideña, y mientras espero que pase el tiempo para dirigirnos de nuevo a la Estación de Autobuses, para emprender una nueva etapa de nuestro viaje, aprovecho el tiempo para contaros las ultimas novedades desde mi anterior publicación.

Nos encontramos en Puerto Natales. Aquí llegamos el día 20 de diciembre después de un largo trayecto en dos autobuses. Salimos de Ushuaia puntualmente a las siete de la mañana, con el sol del amanecer en el cielo, con dirección a Punta Arenas. A las cinco horas de trayecto, mientras íbamos contemplando  la variedad de paisajes que se iban sucediendo, pasamos del paisaje Patagónico de arboles, lagos y montañas al monótono de las verdes estepas llanas, donde el ganado es el principal habitante, vacas y corderos son sus moradores. Llegamos al paso fronterizo de San Sebastián, para cruzar las fronteras, dejando Argentina atrás y entrando en Chile. El control de las aduanas en Chile, al igual que nos sucedió al llegar a Ushuaia, es muy estricto, y comprueban que nadie pueda entrar frutas o verduras, o comida derivada de animales, así como semillas, etc., etc. Te hacen descender del autobús con todo el equipaje de mano, e ir a pasarlo por un escaner, mientras el autobús es registrado por un perro que busca en la bodega del mismo si alguien ha desobedecido las reglas. El perro seleccionó la maleta y mochila de Norberto, que al igual que a la llegada de Ushuaia, le toco abrírselas al policía de turno, y ver como le registraban todo su equipaje minuciosamente. Qué tendrá Norberto qué siempre le toca a él?. Pasó la frontera con su pasaporte americano, y nos comentó, "menos mal que no entregué el pasaporte colombiano, pues seguramente me hubieran chequeado aun más"...  

El cambio de país, me hizo dar cuenta que Chile era muy diferente a lo que habíamos visto hasta ahora. Se palpaba que el nivel de país era superior, y solo con comparar las carreteras argentinas con las chilenas, uno se daba idea de lo que te ibas a encontrar. Dos horas más tarde, llegamos al paso del Estrecho de Magallanes, donde una larga cola de coches, camiones y autocares nos esperaba. Tuvimos que esperar el paso de dos transbordadores y pudimos contemplar la carga y descarga de vehículos y pesados camiones que lo utilizan como paso obligado. 

Esperamos unos cuarenta minutos y embarcamos. El trayecto duró aproximadamente unos treinta minutos y en el mismo coincidí con una pareja de viaje de bodas y un señor que viajaba solo, eran italianos que iban en otro autobús, y que venían entusiasmados de su viaje a la Antártida, y me contaron las mil y una maravillas que pudieron ver y disfrutar allá, y a su vez, yo pude practicar el idioma italiano que tanto me gusta hablarlo.

Una vez pasado el estrecho, montamos de nuevo en el autobús y continuamos viaje a Punta Arenas, llegando a la terminal pasadas las siete de la tarde. Se habían cumplido más de doce horas de trayecto desde que salimos de Ushuaia.
Justo a esta hora salía el otro autobús que nos debía trasladar a Puerto Natales, pero no tuvimos suerte y estaban todas las plazas ocupadas, con lo que tuvimos que esperar al próximo, que salió dos horas más tarde.


Llegamos pasadas la medianoche a Puerto Natales. No había nadie por las calles, y nos dirigimos hacía nuestra cabaña. 

Allí nos esperaban y aunque era entrada la noche, fuimos recibidos muy amablemente por su propietario que nos enseño los entresijos de como funcionaba todo. La Cabaña lleva por nombre Cabañas Simón Bolívar, por si interesa para algún futuro viajero.


La Cabaña Simón Bolívar, era muy cómoda y disponía de todo lo necesario para nuestra estancia, que se prolongaría hasta el día 24 de diciembre, ya que no había posibilidad de reservar para más días,  ya estaba contratada de antemano por otras personas, lo que nos obligó el día de nochebuena a trasladarnos a otro alojamiento cercano. 

Nos trasladamos al Hostel Isla Yu Patagonia, donde fuimos recibidos por una joven e intrépida madrileña, llamada Irene, que se dedica a viajar por Sudamérica en auto-stop, buscando un intercambio de alojamiento y comida, a cambio de su trabajo en el lugar, haciendo un voluntariado a través de "workaway". Era el día de Nochebuena, y se organizó entre todos los viajeros alojados, más Jaime,  propietario del Hostel y su familia una bonita cena navideña todos juntos. El día de Navidad nos dedicamos a descansar y dormir después de la "juerga" del día anterior, y también tuve tiempo para ir viendo nuevos destinos para continuar viaje. Hay que decir que el Hostel Isla Yu Patagonia supera al anterior, pues aquí hemos recibido la amistad y acogida de Jaime y toda su familia. que me ayudo en buscar y programar la continuidad del viaje por Chile, dándonos un torrente de información para que supiera como organizarnos.


Puerto Natales ha sido nuestra base para poder conocer durante tres días seguidos el Parque Nacional de las Torres del Paine, que merece un capitulo aparte, y que intentaré contar con detalle en otra publicación. Hoy de nuevo a las seis de la tarde y en autobús, continuamos viaje hacía otro lugar Patagónico.....









Continuará...